Semana de la Moda en París, el balance

Noventa y dos desfiles (oficiales) después, París realizó el cierre de su Fashion Week y se reafirma, una vez más, como la capital mundial de la moda. Y es que la semana de la moda parisina es el mejor termómetro para la temperatura de la industria, tanto a nivel creativo como de “business”.

La primera conclusión es que los “top” se han puesto las pilas para infundir confianza en estos tiempos económicamente complicados y han dejado atrás sus propuestas más oscuras para presentar una Primavera/Verano 2012 llena de luz y optimismo. Así lo hicieron, por ejemplo, Chanel (con una delicada colección inspirada en el mar) o Louis Vuitton (que dejó atrás los símbolos fetichistas para adoptar una estética de “chica bien”).

Pero además, conscientes de la situación del sector, lo han apostado todo a los complementos: sobre la pasarela hemos visto infinidad de bolsos, gafas de sol e incluso paraguas.

Además de Karl Lagerfeld y Marc Jacobs ha habido otros claros “ganadores” esta semana. Como Elie Saab, el imparable diseñador de alfombra roja; Dries Van Noten, con su colección de vestidos estampados con fotografías; Givenchy, con sus faldas súper ajustadas y su aire militar; y Sarah Burton, con su maravilloso trabajo artesanal para Alexander McQueen. En plena forma también están Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli, al frente de Valentino.

En la cuerda floja han quedado algunas firmas, como Miu Miu, la hermana pequeña de Prada y muy criticada por la falta de un buen estilismo que diera coherencia al desfile. ¿Lo más sonado? Las botas tipo cowboy en rosa o blanco.

El que ha ganado un punto ha sido Bill Gaytten, el hombre con la complicada labor de conseguir que Christian Dior se mantenga en el top como sustituto de un excéntrico diseñador “destronado” y a la espera de que el gigante del lujo al que pertenece la marca, LVMH, nombre a un sucesor.

Después de una indefendible colección de alta costura presentada en París el pasado mes de julio, Gaytten ha optado por recuperar las señas de identidad de la casa y firmar una colección sencilla pero convincente, nada presuntuosa y con carácter de transición.

El candidato con más boletos para suceder a Galliano era precisamente Marc Jacobs, pero al parecer las negociaciones no avanzan demasiado rápido. Preguntado en el backstage de Vuitton (firma de la que es director creativo desde 1997), Jacobs no quería ni oír hablar de los rumores, un poco a lo Francisco Umbral: “Yo estoy aquí para hablar de Vuitton”, decía.

Mención aparte se merece Manish Arora, el diseñador indio que ha tomado el testigo de la firma Paco Rabanne, ausente del circuito de la moda desde hace cinco años y tras varios directores creativos fallidos. Arora apostó por recuperar el símbolo más icónico de la firma, el metal, para una colección llamada “Femme Lumière”.